Al añadir el calificativo de “generativo” hablamos de dos cosas:
La primera
es que va más allá de los niveles de habilidades, capacidades y comportamiento. Da un paso más, concentrándose en el fortalecimiento de la identidad y los valores, trabaja con creencias como recurso y como limitación. Su objetivo atraviesa, vuela más lejos de lo especifico, para tocar el de sueño y anhelo.
La segunda, es la creatividad, se busca crear algo completamente nuevo. Se busca la integración de todas las partes del ser humano, la que mostramos y la que ocultamos para llegar al logro de los objetivos de una forma más orgánica y sistémica. Con ello determina la capacidad de entrar en contacto con la situación y cómo reaccionamos ante ella. Vemos el mundo no como es, sino cómo nosotros estamos en ese momento. Por ello es importante desarrollar la gestión de un buen estado que nos posibilite estar en contacto con nosotros, con el entorno y facilite el proceso creativo del individuo.
Aprenderás desde tus propios recursos. En ese estado de plenitud surgirá tu propia generatividad, hallarás la forma de transformar a voluntad tu mejor estado emocional y, en el momento que desees o requieras, para aquellas situaciones que puedan ser susceptibles de estrés.
En una sesión de coaching generativo, alcanzas un estado de alta conciencia sin el obstáculo de las emociones negativas. Lo que te facilita la claridad, empatía y visión de aquellos obstáculos que nos suelen ser invisibles en un estado habitualmente alterado. Se parece a un sentir semiconsciente, como si de una hipnosis se tratara, pero con tu entera presencia.
Al ser generativo (que te adelantas al malestar) está muy indicado también para aquellas personas que están enfrentando situaciones muy complicadas en las que somatizan distintos procesos dolorosos: jaquecas, neuralgias, peso en el estómago, retenciones, bloqueos.